11/20/2009

Perinola

—Pon 1—,
y sangra junto al miedo de ganar por abandono.
Yo me pierdo en cien alambres
que podrían degollarte

—Todos ponen—,
pero escapo de las vidas,
veo el giro permanente de la queja,
sinfonía de un error silencioso y repetido

—Toma 1—,
mueca distorsionada que insiste,
cuando el silencio es una pregunta retórica
provisionalmente incorrecta.

—Toma todo—,
las manos no alcanzan a abarcar,
el espacio es insuficiente.
El triunfo no es lo nuestro

—Pon 2—,
arriesgamos por inercia.
El paisaje no es el que colmamos
de cuellos delirantes de salivas.

Este juego
no tiene sentido.