10/29/2006

Bailanta constructivista

Palabras obturadas con la espuma de la birra que le sopla el amargor de nicotina. Como nardos que se escrachan contra el piso; en su tinta, sin afeites que machaquen los deshechos enlatados, falta y resto a la quinta del sarcasmo.

Cortina de plástico rosado con flores deslavadas y el retumbe de un himno que fornica con un culo de botella que hace seña a los influjos opuestos a principios de parias que derrapan el cemento lleno de ojos que arden en un trago.

Reptiles de la luz endormecida, bailan en el cielo del tren blanco. Como escuálidos brotes misereados que descorchan restos inmortales de los que hay en basura al cuatrocientos, si se escarba el refrito atroz del sumidero.

Las moscas bailantean el milagro del pan negro averdinado y reclutan puchos y pisadas de escorpiones bajo luces blanqueadientes que ensayan apelmaces de sudores con enjuague mezcladito de descarte.

El rufián refacciona amaneceres, desgrasa monumentos con vinagre y se monta a la reina de las gárgolas, aputarra el labio profanado, atenaza el fango complaciente, acochambra el odio en genitales y su lengua late una palabra que se obtura con la espuma del esperma combinado con paco y ángeles cretinos que se estampan contra el cielo y el escarnio.