10/17/2006

No teim fim

Tristeza que se prende como un clavel del aire
empapa las veredas de una tarde que te asalta
te cuenta al oído bien bajito lo que falta
repartiendo otoños, invitando al baile

Tristeza de crepúsculo escrita en servilleta
que duele en el reflejo de un bar abandonado
despeinando olvidos, esconde sus pecado
en el bolsillo superior de tu mejor chaqueta.

Cuando se piensa que ya no queda sitio
puede que algo penetre apretujado
en las pulidas esquinas del pasado
donde la muerte habita sin resquicios

Cuando se miente una historia susurrando
los oídos del tiempo te reclaman
y por más que veas el juego como llama
la tristeza te dice que estás abandonando.