otra tarde lenta como miel
en la resignación del enfermo terminal
la poesía se manifiesta con su rostro agrio
debajo de los charcos de petróleo
se esconde un lecho de flores marchitas
pálidas, donde por fin descansaré de las palabras
no hay mayor pérdida para la felicidad
que encontrarla en el eje que detiene al mundo
o en la soledad de una lluvia que no cesa.